En la arquitectura de esta residencia enfatizaron los volúmenes e intervinieron la los espacios con azulejos más oscuros. Por lo tanto, hicieron uso del contraste no sólo entre colores, sino que incluyeron diferentes texturas y formatos.
Para el ingreso se diseñó una entrada elegante e imponente. Los detalles del techo y la iluminación crean un look moderno y minimalista. El uso de un espejo frente a una ventana ayuda a reflejar la luz natural en el apartamento llenando de brillo la estancia.
La sala de estar se proyectó refinada, con una mezcla de texturas impresionantes. El detalle principal del espacio es la chimenea y el screen que fue diseñado para separar la sala de estar del comedor. El mármol negro y la madera oscura crean un contraste entre los muebles neutros, los pisos y el papel tapiz.
Por lo que toca al comedor, éste refleja el equilibrio perfecto entre comodidad, estética y elegancia. Desarrollaron una mesa de central personalizada con un cristal ahumado como cubierta. El color oscuro de la gran mesa, vincula los colores negros de la chimenea y la gran obra de arte.
Para el dormitorio principal se creó un espacio amplio y luminoso. La distribución de los muebles se planteó para crear dos espacios separados. Los colores y las alfombras delimitan los diferentes ambientes.
Sereno y distinguido, es como se puede definir el espacio diseñador para el baño.
En el que el tocador principal es el punto focal de la habitación, el marco de madera delimita el área y crea una declaración en el espacio. Se seleccionó un bookmatch de mármol de 4 piezas en verdes y marrones para recrear elementos de la naturaleza en un espacio interior.
El diseño de cocina minimalista y moderna abarca colores taupe y grises, con 30 colgantes negros mate para destacar. La cascada de luces en la parte superior del mesón central crea un equilibrio en estos techos de 20 pulgadas de altura.
Un diseño interior con una esencia elegante, con la esencia de Adriana Hoyos.
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