Lo que comenzó como una búsqueda por crear “las macetas más cool” se transformó en un estudio de diseño interior que celebra el color, la comodidad y la autenticidad. Rootmate, una marca mexicana enfocada en la creación de acentos creativos para el hogar, debutó en la más reciente edición de Expo Mueble Internacional Invierno 2025 (EXMI) con una colección vibrante y expandida de mesas, cojines y accesorios que reafirman su filosofía: los objetos cotidianos también pueden tener personalidad.
Cada pieza de Rootmate es hecha a mano y está diseñada para resistir la intemperie, lo que les permite habitar tanto interiores como exteriores con la misma fuerza expresiva. Su propuesta apuesta por el diseño honesto, sin pretensiones, donde lo funcional y lo decorativo conviven en equilibrio. En sus palabras, “un cojín no sólo debe ser suave, debe marcar la diferencia en su espacio”.
En la colección presentada en EXMI, los colores primarios y las formas lúdicas son protagonistas. Las mesas de exterior, los cojines con texturas inesperadas y los accesorios para plantas no buscan pasar desapercibidos: son piezas pensadas para generar alegría, contraste y conversación. La elección de materiales y acabados permite que estas piezas aporten carácter sin sacrificar durabilidad o comodidad.
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Rootmate ha evolucionado de ser una marca de objetos para plantas a convertirse en un espacio donde se puede encontrar todo lo necesario para crear interiores que reflejen estilo personal. Con una clara sensibilidad hacia el detalle y una mirada fresca, sus creaciones están pensadas para personas que no temen expresarse a través del diseño.
Más que vender productos, Rootmate busca transformar la forma en que habitamos nuestros espacios, apostando por lo original, lo cercano y lo hecho con cariño. Su crecimiento como estudio se sostiene en una base sólida: piezas bien pensadas, producidas de manera artesanal y con un enfoque claro en la experiencia del usuario.
En una industria donde muchas marcas tienden a la neutralidad, Rootmate no le teme al color, a la textura ni a lo inesperado. Y eso, precisamente, es lo que lo convierte en un proyecto relevante, refrescante y necesario.
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