Buscando el equilibrio entre las vistas inspiradoras y la privacidad del cliente, el arquitecto diseñó un esquema en forma de L, con el volumen principal de la residencia, revestido de acero y vidrio, sirviendo como una barrera entre las áreas privadas de la residencia y el campo de golf adyacente. El volumen, que presenta un techo inclinado con tejas negras planas, fue diseñado con la imagen de una "choza de escopeta", o una distribución alargada de espacios que progresan de lo público a lo privado.

En un extremo del volumen, la entrada principal se abre a una amplia sala de estar con chimenea, piano y comedor. Un cerramiento de madera alberga una barra y un área de almacenamiento, que sirven para desviar las vistas desde el área del jardín. Junto al comedor, un volumen de tierra apisonada, o tapia, enmarca una despensa, un lavadero y un baño de visitas, dividiendo la sala principal de la cocina y la sala familiar. Una estructura a medida alberga parte de la cocina, así como una estantería con TV y una pequeña estufa, bloqueando así las vistas desde el campo de golf y reorientándolas hacia las áreas de jardín y alberca.

En el extremo opuesto del volumen, adyacente a la sala familiar, un estudio de arte de doble altura se conecta a su propia estación de trabajo en el patio por un lado y a un pasillo que conecta el ala del dormitorio de la casa en el otro lado. El ala del dormitorio está construida completamente con tierra apisonada y descansa 70 cm por debajo del exterior, lo que ofrece vistas al jardín y a la piscina desde cada dormitorio. Los muros están compuestos por un ritmo lateral de columnas de tierra apisonada por un lado y muros y puertas de madera por el otro, dividiendo los volúmenes que albergan los baños y vestidores.

Terreno: 1.890 m2

Área del proyecto: 740 m2

Equipo de diseño: Carlos Ruiz Palomino, Emanuel Goñi, Karen Camacho, María José Galindo, Arthur Dalloni

Diseño Estructural: Cero Motion - Juan Jesús Aguirre

Contratista general: Gruval

Renderizaciones: Render artesanal

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