La mujer va tomando un rol cada vez más importante dentro del mundo empresarial. En muchos casos por cariño a su profesión y, en otros, por el deseo de independencia y superación personal; pero también, esto lo combinan con sus facetas como madres, labor que desarrollan con gusto y mucho orgullo.
Ahora en Moblaje queremos rendir un homenaje a esas mujeres arquitectas, diseñadoras, que, dentro de su labor creativa, dedican tiempo a construir a los futuros valores de nuestro planeta.
Hijos de buena madera
Marta Manente es sin duda uno de los nombres líderes del diseño brasileño con reconocimiento y protagonismo internacional. De manera incansable, siempre está creando novedades para varias empresas líderes en el mercado, como el Starmobile Estofados de Garibaldi, en Serra Gaúcha.
Hace más de un siglo, su familia italiana cruzó el océano llevando sólo herramientas para manipular madera y tierra, así como plantones de vides. Su dedicación, amor por el arte, la madera y el vino ha atravesado generaciones y, en los últimos años, acompaña a la diseñadora a través de su trabajo, con un tono nostálgico en exposiciones de diseño en todo Brasil y en todo el mundo.
Los valores de sus antepasados, arraigados en sus venas, así como su originalidad típicamente brasileña están presentes en cada detalle de sus creaciones.
Esos valores, esa formación, le ha permitido igualmente, tener las bases para formar un hogar con su esposo Henrique, con quien también ha procreado a sus pequeños Enzo con 13 años e Izadora con 4 años, a quienes dedica gran parte de su tiempo.
La destacada diseñadora menciona que siempre trata de conciliar el tiempo que dedica a sus hijos en el día a día para lograr esa armonía entre su trabajo como diseñadora y su labor en el hogar. “La pandemia nos acercó aún más, porque sin mis viajes de trabajo (que eran muchos), puedo mantenerme al día con sus actividades del día a día todo el tiempo”.
“Los llevo a la escuela y participo en sus actividades extra-escolares y también en sus clases en línea”.
“Después de mi trabajo y su clase, tomo lecciones de música con mi hija menor y acompaño a mi hijo mayor a tomar clases de taekwondo e inglés, y ellos también participan de mi vida en el estudio de diseño, Creo que es fundamental que ellos también participen de mi vida, para crecer, valorando la familia y el trabajo”.
El diseño por sí mismo requiere de cierta sensibilidad y una fuerte carga de perceptibilidad por parte de quien lleva esta profesión, pero, sin duda, como indica Marta Manente la maternidad ha desarrollado aun más esa sensibilidad y la ha ayudado a ser mejor en todos los sentidos.
Entre el diseño, el arte y la arquitectura
Ana Claudia Agraz, directora de la Carrera de Interiorismo y Diseño Publicitario de ÚNICO del Sistema Educativo de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
Cuenta que cuando estaban más pequeños sus 2 hijos, tenía el respaldo de sus familiares para cuidarlos por ciertos momentos, después ellos ingresaron a la escuela, circunstancia que facilitó mucho para organizar el tiempo con los proyectos de interiorismo, ya que las tareas de supervisión en obra, entrevistas con los clientes se realizaban en estos lapsos de tiempo por la mañana, ya por la tarde se hacían tareas en donde ellos si podían acompañarla sin problema, como la visita a los proveedores para realizar pedidos, entre otras actividades de su profesión. Ahora sus hijos pasan por la etapa universitaria ya que cuentan con 19 y 21 años, lo que le permite desplazarse con facilidad a desarrollar sus actividades de Diseño de Interiores.
La maternidad, comenta, es lo mejor que le ha pasado, esto, le ayudó a cambiar en muchos aspectos su vida, como por ejemplo “a organizar más eficientemente el tiempo, buscar el equilibrio entre el trabajo y la familia, y al diseñar te vuelves más empática con las personas que también tienen hijos; puedes entender perfectamente la función y el dimensionamiento de los espacios que se necesitan para realizar actividades, el diseño lo realizas procurando medidas de seguridad para los menores, evitando aristas peligrosas en muebles y materiales; cuidar que los cristales sean templados o con película de seguridad, los diseños en la herrería que sean angostos para que ningún niño pueda pasar entre su estructura, seguros de puertas especiales, cubiertas protectoras para albercas, pinturas en muros y lacas en muebles libres de tóxicos, en fin pensar en los pequeños y evitar riesgos; además desde lo profesional cambia la sensibilidad en muchos aspectos para ser más perceptivo y desarrollar la creatividad.
Para la experta en diseño de interiores, el gusto por el diseño no es hereditario, pero los ambientes en que las personas se desarrollan desde temprana edad si influye bastante para adquirirlo y aprenderlo. “En mi caso personal, mi papá era arquitecto y mi mamá estudió decoración y artes plásticas, desde niña me vi rodeada del ambiente de diseño, arte y arquitectura”.
El gusto por el diseño, amor por herencia
Alguien que ha sido ejemplo no solo en la parte profesional, sino también como icono de la mujer emprendedora y madre, es la diseñadora Adriana Hoyos, diseñadora colombiana, pero que ha triunfado en Estados Unidos, en la zona del Caribe, en los países de América Latina, incluso en Reino Unido.
Es una creativa nata con una gran pasión por el diseño y la innovación. A lo largo de una carrera que abarca más de 25 años, siete colecciones de muebles y más de 500 proyectos de interiorismo, Adriana ha creado un gran portfolio de proyectos residenciales, comerciales y de hotelería en las regiones y países ya mencionados. Es reconocida como un líder en su sector y vocera sobre el diseño de muebles e interiorismo.
La clave de todo es planificar con organización. “Mi clave mágica es el delegar las cosas para poder manejar los roles de mamá, de ama de casa y profesional” comenta Adriana Hoyos.
La firma de mobiliario que lleva su nombre es dirigida por su esposo Eduardo Pérez.
En el 2014, Adriana Hoyos fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad por UNICEF gracias a su compromiso de lucha contra el maltrato infantil.
Por encima de todo, Adriana Hoyos representa naturaleza, sencillez y un estilo único.
Para la reconocida diseñadora las mujeres desde siempre, han impulsado grandes proyectos, ya sean de índole empresarial o familiar. Asegura que “hoy en día, gracias a la globalización, podemos ver que cada vez más mujeres latinas nos representan en varios campos del desarrollo económico”.
Para ella la maternidad ha sido algo realmente significativo, su esencia creativa se mantuvo aun después de fungir su rol como madre. “No pienso que cambió algo en mi esencia por ser mamá. Criar a mis hijos junto con mi pasión por el diseño es algo maravilloso que logró que todos en la familia trabajemos juntos y nos una más.
La diseñadora cuenta con dos hijos: Andrea Peréz que tiene 29 años y Eduardo José Peréz de 32 años de edad.
Ella por su parte, considera que el buen gusto y el amor por el diseño, si viene de padres a hijos. “Totalmente, hay que sembrar en los hijos el amor que se lleva por la profesión para que ellos lo lleven en su sangre y sea parte de su formación en el diseño”.
De la convivencia con el arte y la arquitectura, nace el amor al diseño
La interiorista tapatía Victoria Plasencia, orgullosa mama de 3 hermosas niñas comenta a Moblaje que gracias al equipo con que cuenta en su estudio Victoria Plasencia Interiorismo (VP) logra combinar el tiempo entre su familia, lo personal y lo profesional, encontrando un balance, mismo que tiene impregna en cada uno de sus proyectos.
Después de convertirse en mama, Victoria Plasencia, encontró mucha más adhesión con la palabra practicidad, y esto lo empezó a trasmitir también a quienes compartían esta bella etapa de la vida; daba consejos para mantener limpios ciertos materiales, ideas para ser más organizadas y tener una casa más linda y organizada, aun cuando hubiera niños pequeños.
Ella, igualmente, proviene de una familia con varios arquitectos y artistas, “creo mucho en el amor al arte y el diseño, ya que lo aprendí de mi familia. Siempre observe a mi mama pintando, y a mis tíos construyendo y diseñando obras increíbles, y eso creo que se transmite a través de los genes”.
Para la diseñadora tapatía, amor, confianza, autoestima y educación son los pilares más importantes en la formación de sus hijos.
Por otro lado, Victoria Plasencia considera que el abrirse paso como mujer en el ámbito del interiorismo no ha sido complicado, ya que el tema de genero lo ha visto como un beneficio más que como un motivo preocupante. “Las mujeres somos apasionadas, somos tenaces, logramos lo que nos proponemos. Trabajar con el género masculino es muy padre. Yo no lo veo como un obstáculo, lo veo más bien como que tenemos que hacer equipo”. No deja de desconocer que aún hay personas que no aceptan a las mujeres en ciertas esferas, pero en lo personal jamás ha tenido problemas por esa razón. Dijo a Moblaje que hay que tener apertura y buscar complementarse con personas talentosas, sean del género que sean, de la edad que tengan, siempre y cuando tengan todos claros que el objetivo de todos es mejorar y que los proyectos a desarrollar tengan éxito.
Victoria Placencia, quien dirige el estudio que lleva su nombre, imprime en cada uno de sus proyectos soluciones decorativas de una naturaleza única.
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