El diseño sostenible con un enfoque de pensamiento sistémico nos brinda la oportunidad de analizar una gran diversidad de métodos y posibles soluciones a los problemas que existen entre las prácticas de diseño y la sociedad, el medio ambiente y la economía.
El diseño sostenible con un enfoque de pensamiento sistémico nos brinda la oportunidad de analizar una gran diversidad de métodos y posibles soluciones a los problemas que existen entre las prácticas de diseño y la sociedad, el medio ambiente y la economía.
Maliarts es un estudio creativo multidisciplinario que co-fundé junto con mis hermanos: Leonardo, diseñador gráfico, y Pablo, animador digital. Hemos desarrollado numerosos proyectos y en el caso de objeto-producto abarcamos desde mobiliario, a objetos de cerámica y joyería. En cuanto a espacios públicos, por ejemplo; nos encargamos de una parte de la renovación de la Plaza Central de Malinalco en el Estado de México. Los arquitectos nos plantearon la importancia de las bancas ya que permiten que la gente conviva, descanse y contemple el espacio.
Desde un ángulo de sustentabilidad solemos enfocarnos más en los materiales y procesos y no tanto en la vida del producto, pero, en este caso, es fundamental cuestionarse cuánto tiempo va a existir este producto. Los bancos Mali fueron el resultado, realizado en colaboración con Taller de Diseño Ecológico y M-Urbano. La intención principal del diseño es la funcionalidad de los bancos, específicamente su comodidad y durabilidad.
El asiento se prefabricó en Ciudad de México, mientras que el respaldo se diseñó para ser fabricado in situ por herreros locales de Malinalco. El resultado es una serie de bancos modulares que permiten diversas configuraciones espaciales y que se adaptan a su contexto, tanto funcional como estéticamente.
Si bien el concreto no suele ser el material más ecológico, en esta exploración, colaboramos con un estudio que nos propuso trabajar con un tipo de concreto que se mezcla con los servicios industriales, básicamente lo generan las fábricas que obtienen un material que se mezcla con el concreto y entonces se aprovechan de ese material y requiere menos uso de otros materiales. Finalmente se consiguieron bancas cómodas, muy ergonómicas, que además tienen un diseño modular, que pueden generar distintos acomodos.
Hace tres años también fundé Refugio cuya idea central es cómo por medio del diseño podemos mejorar nuestra relación con la naturaleza, pero al mismo tiempo, cómo podemos crear ya sea en productos o servicios que permitan que otras personas se puedan involucrar en la conservación de polinizadores nativos.
Comencé a acercarme a estos temas porque veía ciertos esfuerzos de hacer objetos para lograr estos proyectos y se trataba de objetos hechos por los mismos agricultores que, a nivel de la perspectiva del diseño, resultaban soluciones improvisadas o que tal vez no se preocupan tanto por la calidad o la procedencia de los materiales. Entonces, en realidad, por un lado, está el diseño de los objetos en sí, que es una gran diferencia.
Nosotros nos preocupamos por la calidad de los materiales: de dónde vienen, qué tipo de madera, cuánto tiempo van a durar, qué tipo de acabados utilizamos, evitar, por ejemplo, el uso de pegamentos o de acabados tóxicos. Esto es particularmente importante por la congruencia: es decir, si vamos a trabajar con temas de conservación de polinizadores, sería muy incongruente utilizar una madera ilegal.
Nuestra tarjeta de presentación son los refugios o las casitas para abejas solitarias, pero nuestra labor se ha expandido a crear diversas herramientas. Una de ellas la realizamos en colaboración con Diseño activista, y es un manual gratuito para la creación de santuarios de polinizadores. Entonces viene desde qué tipo de plantas recomendamos, hasta cómo tú puedes hacer tu propio refugio para abejas solitarias.
En el mundo hay más de 20,000 especies de abejas y tan sólo en México hay cerca de 2,000. La abeja europea, que es una especie exótica y que es muy importante para la sociedad en general, es la más conocida porque produce la mayoría de la miel y es la que poliniza muchísimos cultivos. Sin embargo, desde un ángulo ecológico, muchos llegan a considerarla invasora puesto que desplaza a las especies nativas, además de que no poliniza a gran número de las plantas nativas.
Por lo tanto, nuestra intención es generar conciencia sobre las especies nativas, especialmente su valor ecológico ya que se trata de especies que habitan estas regiones desde hace miles o hasta millones de años y tienen relaciones súper cercanas con las plantas florales en particular. Al no preservar estas abejas nativas afecta tanto a las plantas como a los animales que dependen de las mismas, de ahí que este tipo de abejas sean la base de la biodiversidad.
Esta cuestión la abordaremos desde las grandes ciudades. Por ejemplo: en el jardín botánico de la UNAM se encontraron más de 180 especies de abejas nativas. Esto lo descubrimos al acercarnos a un especialista del Instituto de Biología de la UNAM, Ismael Hinojosa. Asimismo, nos hemos acercado a otros espacios en campo, existen sitios donde trabajan personas no necesariamente expertas en abejas, pero que cuentan con estos espacios llenos de biodiversidad, en este sentido, el lugar que más importancia tomó fue el Huerto Tlatelolco. Además, estamos trabajando en Yucatán en colaboración con meliponicultores, es decir, apicultores de abejas meliponas. Trabajamos con una empresa que se llama Miel Nativa Kabán.
Extinto es un proyecto que realizamos en colaboración con Agustín Robledo y se basa en el cuestionamiento sobre todas estas especies, particularmente animales, que alguna vez habitaron los lugares que nosotros ocupamos hoy en día.
Lo que inicialmente era un proyecto de arte urbano comenzó a formalizarse y empezamos a pedirle permiso a la gente para realizar las intervenciones, en algunos casos nos las solicitaban directamente. Básicamente consiste en utilizar la técnica de paste up, tal como los posters de los conciertos, se trata de una impresión pegada con engrudo y lo que empezamos a hacer era conseguir imágenes de animales, tanto extintos como en riesgo o amenaza de extinción.
Estas fotografías en escala real, las colocamos en la calle con la intención de generar un poco de curiosidad. Nos invitaron a hacer una serie de intervenciones en el centro y colocamos animales que alguna vez habitaron México: lobos mexicanos, venados, águilas, teporingos. Las imágenes venían acompañadas de una ficha informativa que documentaba la situación del animal, cuántos quedan, si están extintos, si están en peligro. La idea es que las imágenes están recortadas para que parezca que el animal está ahí paradito, que está volando por ahí, es decir, que se integren al paisaje.
Las reacciones fueron muy interesantes, desde gente que se emocionaba mucho por ver a los animales, o que nos compartían historias de cuando sus abuelos alguna vez vieron un lobo, por ejemplo.
Hubo una chica que nos pidió que le pusiéramos un animal en la fachada de su oficina; en este caso era un poco fuera de contexto porque se trataba de un orangután, pero igual acordamos ponerlo junto con las fichas informativas del peligro de extinción de esta especie. Algo muy bonito fue que ella lo cuidaba. Como estaba a la entrada de su oficina, un día lo grafitearon y ella lo pintó, si alguna parte se desprendía, ella lo pegaba.
Todas estas interacciones generan una reflexión en cuanto al arte callejero urbano y efímero y las especies amenazadas o extintas: cómo preservamos, cómo cuidamos, cómo apreciamos.
Finalmente, en 2024 continuaremos haciendo crecer nuestros proyectos con un ángulo de ciencia ciudadana. En nuestras distintas prácticas y proyectos nos resulta crucial fomentar cómo quienes no somos científicos de profesión, podemos contribuir a generar información valiosa para biólogos, ecólogos, geógrafos.
Justo esto es algo que nos interesa incentivar con la continua creación de refugios o con los jardines polinizadores, ya que estos se convierten en herramientas para que cualquier persona pueda tomar fotos y por ejemplo comunicar dónde encontró alguna especie; con ello generamos archivos colectivos e información de monitoreo, de avistamientos, de seguimiento.
Considero que este tipo de divulgación científica es esencial para construir una sociedad informada y comprometida, capaz de tomar decisiones con conocimiento de causa, participar en debates sobre innovación y tecnología, así como apreciar la belleza y la importancia de los avances en estas áreas.
Sobre el autor
Gabriel Calvillo es diseñador industrial por la UNAM y actualmente cursa estudios de posgrado en la Maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos de esta misma universidad.
Su trabajo se orienta en el diseño como herramienta para mejorar la relación con la naturaleza, el entorno y otras especies. Es fundador de Refugio, estudio de diseño centrado en polinizadores nativos realizado con apoyo del FONCA y de Maliarts, estudio creativo multidisciplinario.
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