Fundada hace nueve años por los arquitectos Sofía Contreras y Enrique Tripp, Filamento es una marca de diseño que se ha ganado un lugar especial en el ámbito de la iluminación artesanal en México.
Fundada hace nueve años por los arquitectos Sofía Contreras y Enrique Tripp, Filamento es una marca de diseño que se ha ganado un lugar especial en el ámbito de la iluminación artesanal en México. La empresa, que tuvo su origen en una búsqueda personal para iluminar un espacio de doble altura en un restaurante, ha crecido hasta convertirse en un referente de la iluminación artesanal, logrando un equilibrio entre tradición, innovación y sustentabilidad.
La inspiración detrás de Filamento surgió de una necesidad: encontrar luminarias con un diseño único, que reflejaran la riqueza de la artesanía mexicana sin caer en estereotipos. La solución fue crear sus propias piezas, colaborando con artesanos locales y aplicando técnicas tradicionales como el barro bruñido, el cobre martillado, el vidrio soplado y la piedra volcánica.
Estas técnicas, transmitidas por generaciones, adquirieron un nuevo significado al integrarse con el diseño contemporáneo. Contreras explica: "Queríamos crear lámparas que hablaran de México, pero que también tuvieran un lenguaje universal, un diseño que pudiera apreciarse en cualquier contexto.”
La colaboración con los artesanos es un elemento central para Filamento. Cada proyecto comienza con un viaje al lugar donde se trabaja la técnica artesanal. Desde Tonalá y San Lucas Evangelista, en Jalisco, hasta comunidades en Michoacán y Oaxaca, los fundadores de Filamento no sólo buscan entender las técnicas, sino también forjar una relación de confianza y respeto con los artesanos.
En palabras de Tripp: "Para nosotros es fundamental conocer las limitaciones y alcances de cada técnica, porque es un trabajo en equipo. No solo somos diseñadores; somos mediadores entre la artesanía y el diseño contemporáneo.” Uno de los ejemplos más representativos de esta colaboración es su trabajo con el barro bruñido, una técnica antigua que Filamento utiliza en sus luminarias.
Ángel Santos, uno de los artesanos con los que han colaborado durante casi una década, ha logrado expandir su taller gracias a la demanda generada por Filamento. Actualmente, su taller emplea a siete personas, todos comprometidos en preservar la tradición artesanal y adaptarla a nuevas formas y usos. En este sentido, Filamento no sólo crea productos, sino que también fortalece economías locales y fomenta la sustentabilidad cultural.
El compromiso de Filamento con la sustentabilidad va más allá del uso de materiales locales. La empresa se asegura de que los artesanos con quienes colaboran reciban una remuneración justa y tengan la posibilidad de contar con ingresos constantes. Para ello, mantienen una comunicación cercana y constante con ellos, buscando que las producciones sean rentables y que el trabajo artesanal tenga un impacto positivo y perdurable en las comunidades.
Otro aspecto fundamental es la gestión de los recursos naturales. En su colaboración con artesanos que trabajan la piedra volcánica, por ejemplo, Filamento realiza una evaluación previa de la disponibilidad de material en los bancos locales, asegurándose de que su extracción no cause un impacto negativo. Este enfoque holístico, que integra la sustentabilidad económica, social y ambiental, es lo que distingue a Filamento en el mundo del diseño.
La participación de Filamento en Diseño Contenido 2024, una iniciativa de Design Week México, representó un gran paso para la marca en términos de visibilidad y proyección. Para esta ocasión, los fundadores de Filamento enfrentaron el reto de montar una exhibición en un contenedor en tiempo récord. La respuesta fue increíblemente positiva, y los comentarios de los visitantes destacaron la calidad y autenticidad de sus luminarias.
La exhibición también fue una oportunidad para internacionalizar su marca, ya que lograron vender piezas a compradores de Chicago, Nueva York y Denver, demostrando que el diseño artesanal mexicano tiene un lugar en el mercado global. Esta experiencia reafirmó el compromiso de Filamento con su misión de “traer la tradición artesanal a un contexto contemporáneo”, como mencionó Sofía Contreras.
Filamento no solo se ha consolidado en el mercado de la iluminación residencial, sino que también ha sido parte de proyectos de gran escala. Uno de sus proyectos más recientes es la colaboración con un hotel ubicado en Xcaret en la Riviera Maya, donde han diseñado más de 290 luminarias de piedra volcánica, cobre y cerámica. Este proyecto representa un desafío logístico y creativo para Filamento, ya que cada pieza debe cumplir con los estándares del cliente sin comprometer el proceso artesanal.
El reto, como explica Enrique Tripp, es asegurar que “cada pieza sea una obra de arte funcional, que cuente una historia y que se integre con el entorno, preservando el carácter único de cada técnica y de cada comunidad de artesanos”. Filamento también colabora en la remodelación de varias cafeterías en México, lo que demuestra el interés creciente de empresas locales por incluir productos diseñados y manufacturados en el país, fortaleciendo la cadena de valor nacional.
Para Filamento, la artesanía no es un recurso estático, sino un elemento en constante evolución. Sus fundadores creen firmemente en el potencial de las técnicas artesanales para adaptarse y reinventarse sin perder su esencia.
La filosofía de Filamento consiste en actualizar el uso de materiales tradicionales, como el barro o el cobre, y convertirlos en piezas de iluminación contemporánea que desafíen las ideas convencionales sobre la artesanía mexicana.“No se trata solo de replicar objetos antiguos; buscamos darle un nuevo propósito a cada material, haciéndolo funcional y relevante en un contexto moderno”, señala Contreras.
Este enfoque innovador no solo contribuye a la preservación de la cultura artesanal, sino que también fomenta su evolución, permitiendo que las nuevas generaciones aprecien y valoren la riqueza de estos procesos.
El futuro de Filamento es ambicioso. La empresa planea continuar colaborando con comunidades de artesanos en todo México, explorando nuevas técnicas y materiales que puedan integrarse a sus colecciones. Uno de sus proyectos más recientes es una línea de luminarias colgantes que combina cobre martillado, chuspata y barro, un diseño que responde a la demanda de productos funcionales que reflejan la autenticidad de lo hecho a mano.
Además de expandir su oferta de productos, Filamento está comprometido en seguir construyendo una red de apoyo para los artesanos, con quienes mantiene relaciones de largo plazo y vínculos de confianza. Al respecto, Tripp menciona: “No sólo es una cuestión de negocios, sino de responsabilidad social. Queremos que el trabajo con los artesanos no sea temporal, sino una fuente de ingresos constante y sostenible para ellos y sus familias”.
A lo largo de nueve años, Filamento ha demostrado que es posible unir la tradición artesanal mexicana con el diseño contemporáneo y crear una marca de luminarias que ilumine no sólo espacios, sino también la percepción de lo que significa el diseño mexicano. En un mercado saturado por productos de fabricación industrial, Filamento apuesta por la autenticidad, el trabajo en equipo y el respeto por la cultura local.
Cada lámpara de Filamento es un tributo a las manos que la moldean, a la historia que cuenta y al legado que deja. Para Contreras y Tripp, el diseño no es solo una estética, sino una forma de vida que refleja los valores de su país y de sus comunidades. En sus propias palabras, Filamento “es más que una empresa de iluminación; es una celebración de la cultura, la creatividad y la resiliencia de México”.
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