Los sofás de tiendas de segunda mano obsoletos o no vendidos son aprovechados para la fabricación de asientos de motocicletas. Una buena práctica de economía circular y diseño sustentable.
Los sofás de las tiendas de segunda mano se convierten en asientos para los ciclomotores eléctricos de Brekr.
Según la empresa de reciclaje Aktief, con sede en Países Bajos, cerca del 70% de los sofás y sillones de cuero que se reciben no se venden. La compañía Brekr ha encontrado una manera de aprovechar ese mobiliario.
Dado que el cuero mejora con el tiempo y los respaldos de los sofás no sufren mucho desgaste, Brekr ha formado una alianza con Aktief para transformar dichos sofás no deseados en asientos para sus ciclomotores eléctricos. La firma holandesa trabaja con Miller Kustom Upholstery, que corta cuidadosamente el cuero de los sofás y fabrica los sillones a mano.
Si bien los colores de los asientos de Brekr estaban limitados anteriormente a negro y marrón, la asociación de reiclaje amplía esas opciones a cualquier color en el que se presente un sofá desechado.
Aunque muchas personas optan por cuero nuevo para su mobiliario, el cuero usado tiene grandes cualidades que lo hacen un material perfecto para este proyecto. Este material conserva su fuerza y muestra un carácter extra, así lo considera Marcel Molenaar, fabricante de sillones de Miller Kustom Upholstery. También garantiza que el cuero mantendrá su calidad. Los sillones de cuero usados están cubiertos por el mismo periodo de garantía que los sillones estándar.
Para Niels Willems, uno de los fundadores de Brekr, el cuero utilizado en estos nuevos modelos de ciclomotores es único. Le otorga al sillón un aspecto que nunca se puede crear con cuero nuevo.
Este proyecto es un claro ejemplo de promover la circularidad y crear nuevo mobiliario, aprovechando los recursos. Una idea muy interesante sin lugar a dudas.
Con apoyo de Motos Recargables & Trendwatching
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