La arquitectura mexicana tiene una gran preocupación por la mejora de espacios sociales, lo cual le ha valido importantes reconocimientos, lo cual quedó de manifiesto en la IV edición del reconocimiento bienal Living Places – Simon Architecture Prize (2022), que busca distinguir aquellos proyectos de arquitectura (incluyendo interiores, espacios públicos y paisajismo) cuya excelencia potencie la capacidad de los espacios para procurar el confort de sus habitantes.
Los proyectos finalistas de México en esta bienal son:
Pilares Presidentes de México, Mexico City (México)
Por: Rozana Montiel Estudio De Arquitectura
Fotos: Sandra Pereznieto and Rozana Montiel Estudio de Arquitectura
Pilares es un proyecto urbano de impacto social desarrollado por la Ciudad de México que tiene el objetivo de generar centros de saberes para el encuentro ciudadano. El gobierno de la ciudad en colaboración con PienZa Sostenible nos invitó a proyectar el centro correspondiente a la Colonia Presidentes de México, Iztapalapa.
El programa incluye una ciberescuela, talleres de artes y oficios (serigrafía, joyería y plomería), instalaciones deportivas, huerto y salones para el emprendimiento y la capacitación de empleo. Nuestro proyecto fue diseñado como un espacio público, incluyente y multifuncional que transforma barreras en horizontes.
El acceso principal conecta al centro cultural con la actividad de la calle a través de una arcada arbolada que invita a la gente a entrar y permanecer. El bloque estriado de concreto rojizo empleado en los muros del centro le da una identidad icónica al sitio y a la vez produce juegos y texturas de luz y sombra. El concreto se resignifica y utiliza bajo diferentes expresiones para producir celosías, interiores ventilados, exteriores herméticos y tejidos de pavimento. El programa arquitectónico distribuye los foros y salones en dos plantas que se interconectan a partir de un sistema de patios ajardinados y pasillos. La secuencia de recintos mantiene su conexión con el exterior y algunos de ellos se abren o cierran completamente gracias a un sistema de cancelería adaptable. El centro es de acceso incluyente (cuenta con elevador y rampas), y sostenible porque tiene cisterna para captación de agua pluvial, ventilación cruzada, baños con luminarias led y llaves ahorradoras.
Khitara Music Public Kiosk, Ciudad de México (México)
Por: TO, Carlos Facio, Jose Amozurrutia
Fotos: Jaime Navarro
La comunidad de Yuguelito está ubicada en el corazón del distrito de Iztapalapa en la Ciudad de México, en un sitio que anteriormente había sido utilizado como depósito de escombros del terremoto de 1985 en México.
En 2008 se instaló el sitio. 1000 familias ahora viven en la comunidad, aunque se desconoce el número exacto de habitantes. Como muchas comunidades en la parte oriente de la ciudad de México, Yuguelito es informal —autónomo— y por esa razón en muchos aspectos se autogobierna, asumiendo la responsabilidad interna de prácticamente todos los servicios.
En una encuesta de 2013 realizada a través de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México, se les pidió a los residentes que identificaran la iniciativa que más les gustaría ver en Yuguelito, y la mayoría eligió la música. Muchos argumentaron que la música sería poderosa para enfrentar los muchos desafíos, particularmente para los jóvenes, endémicos de la vida en Yuguelito.
Los proyectos mexicanos compitieron con sus contrapartes de Reino Unido, Portugal, Italia, Bélgica, Francia, Polonia, Alemania, Grecia, Finlandia, Suecia, Croacia o Dinamarca entre otros.
La bienal recibió un total de 224 nominaciones a proyectos construidos en los dos años previos. Del total de proyectos nominados, los estudios de arquitectura autores de las obras acabaron registrando toda la información requerida de un total de 186 proyectos de 34 países.
Entre los 5 finalistas se encuentran un proyecto arquitectónico de un quiosco donde se puede aprender, enseñar y disfrutar de la música junto a otras muchas posibilidades; un centro espiritual que se abre más allá de un ideal antropocéntrico, ampliando la noción de lo privado y explorando un amplio sentido colectivo; un centro de salud que, con un sencillo esquema basilical, dignifica la visita al médico; un colegio insertado en un claro plan urbanístico lineal y denso que transforma una zona portuaria, que ofrece muchos y variados equipamientos al barrio; un "pilar" como parte de un conjunto de pilares estratégicamente distribuidos en zonas vulnerables de la ciudad donde hay carencia de infraestructuras culturales. Todos ellos se vuelven más que generosos y se enfatizan con la comunidad en la que se asientan, involucrándose en los espacios sociales de resolución y volviéndose fuertemente poéticos.
Este premio se caracteriza por un enfoque definido a partir de la perspectiva del habitante.
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