Moblaje
© Fotografía: Constructora Interurbana

Un edificio escolar construido para el conocimiento creativo

Con motivo de la celebración del 30 de abril, revisamos un proyecto arquitectónico educativo totalmente enfocado en la comunidad infantil como usuaria central del mismo.

POR Editorial
28 abril de 2023

Con motivo de la celebración del 30 de abril, revisamos un proyecto arquitectónico educativo totalmente enfocado en la comunidad infantil como usuaria central del mismo. El Colegio Regio, situado en la zona de Encinar de los Reyes al norte de Madrid es obra de Andrés Jaque / Office for Political Innovation y tomó dos años de investigación y experimentación antes de su apertura en 2020.  

Este colegio se basa en el método Reggio Emilia, desarrollado en Italia y extendido internacionalmente, que considera el gran potencial de la infancia por aprender en relación con los demás en un entorno de respeto a todos sus derechos especialmente aquellos que garanticen su libertad de explorar y cuestionar la realidad. Un punto medular es concebir el ecosistema educativo en toda su pluralidad por lo cual se basa en las relaciones de todas las personas involucradas incluyendo alumnado, educadores y trabajadores así como la participación activa de las familia.

 

¿Cómo se traducen estos principios a la arquitectura? 

Las seis plantas del edificio cuentan con diseños asimétricos de arcos de concreto, paredes de corcho, zonas en planos abiertos con una mínima cantidad de muros que refuerzan la idea de heterogeneidad y evitan cimentar patrones fijos o estandarizados. 

Colegio Reggio Madrid
Cada planta tiene un aspecto sustentable. | Fotografía: Reggio.es

Cada área impulsa, bajo ideas pedagógicas de Loris Malaguzzi, procesos educativos de autogestión con la finalidad de hacer crecer la capacidad de cada estudiante de enfrentarse y resolver retos frecuentemente impredecibles.

 

Sustentabilidad en marcha

sustentabilidad Colegio Reggio
El edificio aplica muy bein el cuidado del medio ambiente. | Fotografía: Reggio.es

Asimismo, el edificio supone en su uso cotidiano una práctica que imparte lecciones del impacto humano sobre el medio ambiente inmediato. Cuenta con un invernadero central y numerosos jardines interiores que establecen una conexión constante con la naturaleza y enfatizan la importancia de su cuidado en el entorno cotidiano. Por ejemplo: los tanques de aguas pluviales y de compostaje dependen de la vida del bosque interior que crece en el invernadero. 


De esta manera, el edificio cuenta con la labor crucial que sus impulsores apodan “del tercer educador” en la que se comprende la diversidad social, ambiental y cultural del mundo mismo.

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