A medida que el mundo se enfrenta a retos medioambientales, resulta imperativo encontrar soluciones sostenibles para los procesos de producción. La industria del mueble explora cada vez más formas de minimizar los residuos y maximizar el uso de materiales mediante planteamientos innovadores y respetuosos con el medio ambiente.
Un aspecto clave de la utilización de los residuos como recurso en la industria del mueble consiste en adoptar un modelo de economía circular. En lugar de realizar una producción lineal, mediante materias primas para fabricar productos que acaban convirtiéndose en residuos, la economía circular hace hincapié en el reciclaje y la reutilización de materiales para crear un circuito cerrado. Este enfoque pretende ampliar la vida útil de los materiales, reducir el impacto ambiental y minimizar la extracción de nuevos recursos.
Asimismo, algunos fabricantes aspiran a conseguir una producción sin residuos optimizando sus procesos para minimizar el desperdicio de materiales. Esto implica una planificación cuidadosa, técnicas de corte eficientes y el reciclaje o reutilización de cualquier residuo inevitable generado durante la producción.
El uso de materiales reciclados, como madera, metal o plástico reciclados, es cada vez más frecuente en la fabricación de muebles. Esto no sólo reduce la demanda de recursos vírgenes, sino que también desvía residuos de los vertederos.
Tal es el caso de Teko, una marca originaria de Nuevo León dedicada al diseño y fabricación de mobiliario de uso interior y exterior hecho totalmente con plástico reciclado. El material es de muy alta calidad para garantizar productos con una larga vida y libres de mantenimiento.
En lugar de desechar materiales, la industria está explorando formas de reciclar y reutilizar los residuos en piezas de mobiliario nuevas y únicas. Esto puede implicar el uso de madera, dando nueva vida a materiales que de otro modo acabarían en los vertederos.
Segusino es una empresa establecida en el estado de Puebla que realiza parte de su producción de muebles rústicos utilizando madera recuperada de establos de los criadores de ganado de la región.
La colaboración con otras industrias para obtener materiales de desecho puede ser un enfoque mutuamente beneficioso contribuyendo así a una cadena de suministro más sostenible.
Fundada en 2015 por la arquitecta Paola Calzada, junto con un equipo de diseñadores, Luken es una marca de diseño ecológico creada con un solo material: plástico reciclado. La visión es contribuir a evitar que esos residuos vayan al mar y conseguir darle valor a la basura a través del diseño.
Luken colabora con diversas compañías para recoger, reciclar y transformar en objetos útiles y bellos el plástico con el que empacan sus producto. Además, Luken produce piezas planas, esto es muy importante ya que crear muebles fáciles de desmontar incentiva el reciclaje y la reutilización de sus componentes.
Por ejemplo, el sofá infantil que aparece en la foto se ha fabricado con 480 botellas recicladas, pesa 8 kilogramos y requiere de un ensamblaje muy sencillo.
Al considerar los residuos como un recurso, la industria del mueble no sólo contribuye a la sostenibilidad medioambiental, sino que también responde a la creciente demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores. De esta forma, la integración de los residuos en el ciclo de producción cuenta con el potencial de remodelar la industria del mueble, haciéndola más responsable, eficiente y respetuosa.
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