Al superar el sesgo de las tendencias pasajeras, el diseño atemporal consigue una elegancia perdurable, siempre relevante. De esta forma rinde homenaje a la maestría de sus creadores a la vez que transmite un legado de simplicidad y sofisticación. Por ello, uno de mis compromisos creativos principales es producir obras que trascienden el tiempo, cautivando a coleccionistas con su belleza y funcionalidad.
En el año 2007, cuando me establecí formalmente en San Miguel de Allende, la escena del diseño de mobiliario nacional era muy distinta. Desde entonces, intentaba crear algo propio sin trabajar para alguien de forma exclusiva ni buscar ir a otros países para vender mis piezas. Y también desde entonces me enfrentaba con que existen dos tipos de diseño: el que es más personal y aquel que se hace para un consumo masivo que atiende a la realidad de un gran número de personas.
Por un largo tiempo me dediqué a hacer proyectos a una escala más grande que un mueble; con ello me refiero a ese primer tipo de diseño personalizado que he mencionado, el cual se enfoca en un sector del mercado específico. En dicha modalidad, todas las decisiones se toman en función del proyecto que abarca tanto los muebles, como los interiores hasta los elementos arquitectónicos. Aquí se diseña con un público selectivo en mente.
Un ejemplo de estos proyectos es el Club de Polo La Patrona en la Riviera Nayarit, que fue premiado con la Medalla de Plata de la XIV Bienal Nacional e Internacional de Arquitectura Mexicana. Ahí desarrollamos infinidad de cosas.
El Proyecto fue desarrollado por el despacho de arquitectura Biopolis, empresa dedicada a la arquitectura de paisaje y arquitectura; nuestra participación se centró en el desarrollo, diseño y fabricación de elementos arquitectónicos, diseño de interiores, mobiliario y diversas aplicaciones en todo tipo de escalas y materiales. Este proyecto nos tomó casi cuatro años. Fue un aprendizaje a todas las escalas, incluyendo las dificultades para construir en la playa.
Actualmente he hecho una pausa con la intención de regresar al principio. Me he establecido en Querétaro y he retomado el diseño de mobiliario dirigido para consumo un poco más masivo, que sea más entendible, que responda a la realidad de más personas. Ese es un tema que ahora percibo como muy complejo, ya que frecuentemente en México vemos un diseño que no está pensado para la gente; ni en concepto ni en precio por lo que no está llenando una necesidad realmente.
Con la finalidad de crear una industria que realmente establezca un mecanismo de vinculación con los diseñadores, he concebido esta nueva marca Sensato. Hay mucha gente que tiene talento pero las circunstancias de vida no les permiten salir adelante. Por ello, mi intención es ir en busca de diseñadores, hacer acuerdos que realmente sean justos tanto para la marca como para el diseñador ya que es algo que como diseñadores difícilmente la industria nos requiere.
Sensato está concebida como marca de un mobiliario actual y dirigida a un público más amplio. Mi apuesta es que esta marca, como productora de mobiliario, pueda difundir diferentes voces y darle cabida a talentos emergentes a través de esta plataforma.
Lo interesante aquí es que, veo que muchas personas trabajan en esfuerzos individuales y que giran en base al romance de la artesanía. Sin embargo, no estamos creando condiciones para que ellos mejoren sus entornos o que se hagan proyectos realmente integrales. Y si bien hay casos de éxito, esta no es la generalidad.
La marca que lleva mi nombre tiene la intención explícita de no reflejar un tiempo ni un espacio definidos, que las piezas puedan estar en diferentes contextos. Para lograr eso yo siempre tiendo a pensar en qué es lo que no está pasando ahora.
Como ya mencionaba, actualmente vivimos ese hito de lo artesanal, de reconectar al artesano con el diseñador y crear un producto. Pero en numerosos casos se puede percibir como si todos estuvieran haciendo lo mismo. Considero que el tejido a mano por ejemplo, en unos cuantos años no necesariamente pasaría la barrera del tiempo.
Entonces, si queremos hacer algo diferente podemos utilizar un material de otra forma a la que habitualmente lo empleamos, esto contribuye a crear piezas que perduren en el tiempo. La calidad es obviamente crucial. Pero simplemente el hecho de que la idea y el concepto estén basados en un cambio de perspectiva y no en una tendencia hará una enorme distinción en tu producto.
Por ejemplo, una fachada de cerámica que realicé para el Club de Playa Tierra Tropical en la Riviera Nayarit, no era esa típica cerámica que sigue un patrón. Sí hubo una inspiración en la estética del arte huichol, proveniente de la región nayarita en la que nos encontrábamos, pero desarrollamos un proceso de dos elementos para conformarla. No se realizó en un puente mediante un proceso artesanal como tal que dependiera de la habilidad del artesano sino por medio de moldes y toda la fachada se desarmaba, se atornillaba, se trató de algo diferente en el proceso constructivo ya que eran módulos de cerámica para armar. Es decir: algo tradicional lo llevas a un proceso más industrial o semi industrial.
Esta es una pieza creada para Design Week 2023. Mi decisión fue construirla con elementos que tienes a la mano, ves en el día a día y los integras; esto es para mí lo que la banca representa como mueble y cómo pueden convivir los diferentes elementos cotidianos en una ciudad.
Por ejemplo, la madera y el metal son elementos que ya estaban ahí. Lo que sí tuve que trabajar más fue el vidrio para hacerle un molde que lo doblara. Hay una parte de metal que está doblada y hecha a mano, pero el acero inoxidable está cortado y doblado en CNC.
Entonces, fui combinando técnicas y procesos para llegar a un resultado. De manera que, es algo artesanal, pero en su forma constructiva y de armado, ya cuenta con más diseño aplicado. No ves un tornillo, todo está un poco más pensado. Considero que es este un reflejo de mi forma de trabajar, de mi metodología y propuesta.
SOBRE EL AUTOR
Abraham Peyret es fundador de la marca del mismo nombre. Su diseño se distingue por la creación de mobiliario de lujo atemporal y coleccionable con gran atención a la excelencia en cada detalle.
En su metodología, Abraham Peyret fusiona procesos artesanales con tecnología de vanguardia para dar vida a piezas únicas. Cada mueble es una expresión de su estética personal, donde la tradición y la innovación convergen en un equilibrio perfecto.
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