El entorno urbano, a menudo acelerado y estresante, puede volverse más amigable al crear una conexión con la naturaleza, incluso a pequeña escala. Incorporar elementos naturales a la decoración de interiores, como plantas o materiales endémicos, fomenta una sensación de calma y relajación.
Teniendo en mente que, cuanto más se sumerge la gente en la vida moderna, mayor es el anhelo del mundo natural; Mutua Estudio ha creado proyectos cerámicos y de barro con el objetivo de no solo mejorar la estética, sino también promover una mayor conexión con el medio ambiente adaptándose a las necesidades del hábitat y el estilo de vida urbanos.
Ante las sociedades itinerantes que han ido adoptando una vida dinámica, estas piezas responden a los requerimientos específicos de la naturaleza al interior del hogar, recordando el valor de estos seres vivos que dotan las estancias de un ambiente confortable y armónico. Revalorizar los materiales endémicos, repensar la materialidad del entorno y su expresividad son el hilo conductor de estas piezas.
La consideración básica del diseño inicia con el barro natural cuya porosidad deriva en agua oxigenada. Gracias a los minerales como potasio, hierro, magnesio y calcio contenidos en este material, se consigue una mezcla de nutrientes liberados en la filtración al humedecer el exterior. El ciclo de llenado se hace cada 3 a 4 días.
En consideración al diseño y a su materialidad, la esfera definida en el espacio tridimensional converge de origen en el centro hacia los puntos de la superficie que, por carecer de caras, vértices y aristas permite distribuir agua con nutrientes formulados alrededor del espectro de la superficie de barro. Se entierra en el interior de la maceta, dejando expuesta la boquilla para llenado de agua y nutrientes varios como residuos de café, cáscaras de fruta, granos. El ciclo de llenado 4-5 días.
Cándida responde al propósito de hacer el contenedor de agua visible de manera que pueda comprobarse su cantidad y calidad. Ésta se absorbe por un segundo repositorio cuya porosidad la mineraliza además de que desafía la gravedad ya que, gracias a su evaporación, hidrata la tierra y las raíces de la planta.
Esta pieza, fácilmente colocable en un balcón, terraza o jardín, responde a la necesidad de proveer refugios de transición para aves urbanas. Los nidos suelen tener forma de lecho cóncavo y estar asentados sobre una rama de un árbol o suspendidos de ellas, dichos elementos se han considerado para precisamente no transgredir la materialidad natural.
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