La industria del mueble de diseño lento ofrece una alternativa a la cultura del mueble desechable producido en masa ya que defiende la sostenibilidad, el trabajo artesanal y la estética atemporal, creando productos para aquellos consumidores que buscan valor, calidad y una conexión más profunda con los objetos de su vida.
El diseño lento también puede inspirar la innovación en la industria del mueble en general ya que alienta a los fabricantes consolidados a reconsiderar sus métodos de producción y sus materiales, lo que conduce a prácticas más sostenibles en todos los ámbitos.
El mobiliario de diseño lento hace hincapié en el uso de materiales y métodos de producción sostenibles. Esto no sólo reduce el impacto ambiental, sino que también aumenta la conciencia sobre la importancia del abastecimiento y la fabricación responsables en el sector del mueble.
Asimismo, el diseño lento da prioridad a la habilidad y pericia de los artesanos. Cada pieza se elabora cuidadosamente, a menudo a mano, prestando especial atención a la precisión y el detalle. El resultado son muebles que no sólo son bonitos, sino que duran generaciones.
Ahora bien, los muebles artesanales de alta calidad pueden estar fuera del alcance de muchos consumidores debido a su costo. Reducir esta brecha y hacer más accesible el diseño sostenible es un reto constante para el sector. Cacao es ejemplo de una marca mexicana que ha conseguido posicionarse con una propuesta accesible, especializada en producir mobiliario diseñado “a fuego lento” y fabricado localmente.
Cacao nació en 2019 con la clara misión de ofrecer muebles y objetos residenciales que muestren con orgullo la manufactura de piezas nacionales. Desde entonces se ha dedicado a ofrecer una propuesta de muebles y accesorios para el hogar enfocada en la calidad de los materiales empleados en la producción de piezas trabajadas por manos locales, a precios justos. Este enfoque anima a los consumidores a invertir en artículos que no pasarán de moda y pueden adaptarse a las cambiantes tendencias del interiorismo.
Ubicada en una pequeña fábrica en la ciudad de México, Veta fue lanzada con una idea clara: crear una empresa que actuará como una solución eficiente para la fabricación de muebles provenientes de las ideas de diseño de sus fundadores, así como para los colegas de oficio.
Uno de los objetivos de la marca ha sido perpetuar los procesos de producción artesanal aprendidos por generaciones de ebanistas que florecieron en México durante la época del diseño modernista y combinarlos con maquinaria de vanguardia, tecnología y prácticas sustentables que se ajusten a la realidad actual. Es por lo que Veta muestra y expone con orgullo los procesos de manufactura detrás de la producción de muebles, lejos de ocultar la forma en que Veta crea piezas de madera, las celebra.
Su red de especialistas cuenta con: aceristas, tapiceros, tejeduría artesanal, tejidos especiales para asientos y paneles de superficies sólidas (mármol, cuarzo, terrazo), tapicería de lana y algodón, entre otros.
Desde 2012, Veta vende piezas principalmente a través de un portal digital que opera con éxito a nivel nacional. Recientemente, su alcance de ventas se ha expandido con la reciente apertura de un showroom: una casa de cuatro pisos ubicada en Chapultepec, en la ciudad de México.
Arco fue diseñada como una sede para exhibir las colecciones y vincular a los clientes con la cultura artesanal.
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