Uno siempre busca en su hogar crear el ambiente perfecto para disfrutar de la compañía y el tiempo en casa. Bajo esta premisa es que Casa Neutrale ofrece un ambiente único a los visitantes, cuyo propósito es crear un entorno de paz y tranquilidad para recargar energías. Conoce más de este interesante concepto.
Uno siempre busca en su hogar crear el ambiente perfecto para disfrutar de la compañía y el tiempo en casa. Así como sucede en el hogar, cuando vamos a algún restaurante, cafetería o lugar de recreación, éste debe ofrecernos la mejor atmósfera para disfrutar en compañía.
Bajo esta premisa es que Casa Neutrale ofrece un ambiente único a los visitantes, cuyo propósito es crear un entorno de paz y tranquilidad para recargar energías. Conoce más de este interesante concepto.
Neutrale, la firma de moda y productos básicos fabricados de forma sostenible, inauguró su primera cafetería en el barrio de Justicia. Todo el local, diseñado por estudio DIIR, respira calma y serenidad.
El resultado es un café de líneas sencillas y minimalistas en el que se respira calma, tranquilidad y quietud. Un paraíso minimalista que aboga por la simplicidad.
Un espacio de tonalidades neutras y materiales como el mortero sostenible, la cerámica o el granito, que contribuyen a crear una sala minimalista y acogedora.
Son cuatro elementos los que componen el espacio: una barra y tres bancadas cubren las necesidades y permiten el funcionamiento de Casa Neutrale. Pequeños taburetes y mesas en tonos madera y blanco de la firma Ondarreta complementan el mobiliario fijo.
La barra divide la zona privada de la zona pública. Detrás de ella se dispone de la maquinaria y el almacenaje necesario, que se oculta en muebles bajos para despejar la vista. La cereza del pastel, una gruesa encimera de granito gris apomazado.
La bancada principal recorre todo el lateral ofreciendo asiento y sirviendo de apoyo a la estantería y los armarios ocultos sobre ella. Así, con un único elemento integrado, se amplía el almacenamiento. Las puertas de los armarios se cubren de espejo para ampliar visualmente el espacio.
Una segunda bancada surge como una isla en el centro del local. A un lado se encuentran los asientos y en el otro una jardinera con vegetación natural que separa la zona de degustación de la barra.
La tercera y última bancada se coloca en el muro de fachada bajo unos grandes ventanales en acordeón que pueden abrirse completamente.
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Con apoyo de Diario Design, Vogue & ArchDaily
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