En el marco del Salone del Mobile en Milán se llevó a cabo el evento más importante en mobiliario de cocina, dando lugar también en toda una experiencia en el tema de diseño de ese sector.
En su 23ª edición, EuroCucina, el salón de la cocina de referencia a nivel internacional, reunió a 81 expositores, que representan en conjunto la amplia gama y la alta calidad de los productos expuestos.
En esta edición del certamen, las cocinas se concibieron como espacios abiertos, que invitan a reunirse y a compartir, no sólo el espacio en sí, sino también todas las actividades que se desarrollan en su interior. Dando lugar a un reconocimiento de la importancia de las personas, las relaciones, el tiempo y el ritmo (lento, ojalá) en nuestras vidas. El diseño, por tanto, está llamado a producir espacios dinámicos espacios dinámicos, fluidos e híbridos y, por tanto, expresiones multifuncionales de la vida contemporánea.
Esta es la dirección que toman las marcas: modernizar el lenguaje del diseño de la cocina, reflexionar sobre los usos y rituales asociados a este espacio, englobar y valorizar las nuevas rutinas que se han impuesto en los últimos años, reforzando el sentido de comunidad y pertenencia que el hogar doméstico nunca ha dejado de evocar. Las cocinas, por lo tanto, son vistas como espacios que consolidan la tradición al tiempo que se abren a nuevos valores y estilos de vida, creando así nuevos recuerdos, hábitos y emociones.
En general, las islas y centros de cocina, se siguen concibiendo como el núcleo vivo del espacio. Los nuevos accesorios, como los armarios para el vino, los invernaderos domésticos y las columnas de lavandería, están a la cabeza.
Las estanterías y los módulos murales o independientes, elegantes y versátiles, sirven no sólo para integrar sino también para delimitar las distintas zonas. Vuelven las cocinas plegables y con cajón que ocultan discretamente los aparatos eléctricos, las despensas y los grifos. Hay una serie de soluciones de exterior, superaccesibles, tanto portátiles como no, que combinan la versatilidad, la practicidad y la calidad de los materiales y las prestaciones. Junto a los acabados y revestimientos supertecnológicos, regresan materiales primordiales como el hierro, la madera y la piedra. Las tonalidades se inspiran en el espectro cromático natural, y a menudo se opta por una mezcla de tonos apagados que recuerdan a las especias más utilizadas en la cocina: salvia, romero, lavanda, azafrán y albahaca.
Durante la muestra se puedo apreciar las consideraciones que tienen ahora los fabricantes de cocinas, ya que una vez asegurada la fluidez y funcionalidad del mobiliario, el siguiente paso es la experimentación con los materiales y la innovación tecnológica. Los materiales más modernos son más resistentes a los productos químicos, la abrasión, a los golpes, a los rayos UV y al choque térmico, lo que garantiza una menor probabilidad de deterioro con el paso del tiempo.
En EuroCucina se apreció que muchas empresas invierten cada vez más en ciclos de producción sostenibles, con una baja huella de carbono y en soluciones duraderas que también tienen en cuenta el final del ciclo de vida del producto.
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