Cada vez más deseamos que el hogar se convierta en un refugio reconfortante de la incertidumbre y de las tensiones externas, un lugar donde los colores y las texturas nos transmitan calidez, confort y, sobre todo, nos conecten de nuevo con la tierra.

Para crear atmósferas serenas y acogedoras, para este invierno Let’s Pause ha diseñado la colección NUS, y sus propuesta de colores de tendencia, disponible en tres tonos tierra, ideales para refugiarse al calor del hogar. NUS está compuesta por lámparas, cojines, cabezales y alfombras, realizados con fibra de fique tejida a crochet y a dos agujas.

El fique (Furcraea andina) es una planta de pencas carnosas, de la que se extrae una fibra dura, fina y brillante con la que se suelen tejer hamacas, redes y sacos de café. Las expertas artesanas  trabajan el hilo fibroso del fique convirtiéndolo en elementos de decoración cuya malla suave conserva su original esencia natural y cuenta la historia de mujeres valoradas y respetadas. El fique se extrae de la planta por un proceso de “peinado” que elimina la parte exterior de la hoja y deja solo la fibra.

De manera natural, esta fibra es blanca en las hojas altas, aún tiernas, y de un marrón claro en las bajas, las que ya han madurado y casi tocan el suelo. Estos dos colores naturales, junto con el gris antracita oscuro, son los protagonistas de la colección otoño-invierno.

El blanco es un color clásico y atemporal que aporta luz, claridad y optimismo. Un blanco cálido, nos acerca al mundo natural, a los colores perla, hueso y marfil.
Los tonos blancos proporcionan luminosidad y una sensación de amplitud y son un recurso excelente para crear espacios serenos y agradables, especialmente en estancias de dimensiones reducidas.

Junto con el blanco, el marrón claro es otro tono totalmente natural de la colección Let’s Pause, un color que difunde una sensación cálida en el ambiente, creando estancias acogedoras con una conexión
más próxima a la tierra.
El marrón claro se puede utilizar solo, combinarlo con blanco, o integrar varios colores tierra suaves para formar un gradiente en el espacio.

El gris antracita, parecido a la piedra volcánica, se obtiene tiñendo la fibra blanca del fique y es un color intenso que aporta un toque de sobriedad, creando ambientes con mucho estilo donde reina la calma y la serenidad.
Muy cercano al negro, el gris antracita es un color oscuro pero a la vez suave, que abriga los espacios y les proporciona profundidad y textura.

Información y redacción Let’s Pause