Sebastián Ángeles, fundador de la firma mexicana de mobiliario, enfatiza en esta propuesta su rúbrica de piezas que armonizan lo funcional y lo sensorial para fusionarlo, en esta ocasión, con el concepto del legado que representa el diseño de impecable ejecución.

Constituida por tres piezas, un loveseat, un sofá y un sillón, la colección demuestra la pericia en el trabajo de la materialidad, ofreciendo objetos que acompañen al usuario en la cotidianidad y sean testigos de su devenir, anteponiéndose a la vorágine y la fugacidad de las tendencias.

En Eréditha, Ángeles experimenta también sobre la definición del clásico del futuro con mobiliario de larga vida con líneas minimalistas y perennes, las cuales aseguran su permanencia a través del paso del tiempo y las generaciones.

En sus formas se revela una cadencia orgánica dominada por la sutileza de las curvas que privilegian la ergonomía y el más absoluto confort. Debajo de sus superficies –en textiles de matices neutros– se resguarda una estructura de madera maciza con acabado bonal, que ha sido trabajado por expertos maestros ebanistas.

El loveseat de dos plazas y el sofá para una persona comparten un característico borde de madera que enmarca su silueta y que los hace el binomio impecable para un salón; el sillón con un respaldo más alto y descansabrazos integrados complementa la gama.

Las materias primas elegidas para las siete combinaciones de tonos de tapicería y terminados garantizan la más alta durabilidad, una particularidad que refleja el compromiso de Dórica con la sostenibilidad y cuidadoso trato de los recursos, que se antepone a la tan frecuente obsolescencia programada del contexto actual.

La colección Eréditha se suma a las propuestas de la firma mexicana fundada en 2016, reconocida por su estética minimalista que aporta un carácter inédito a la arquitectura de interiores.