Los elementos naturales han venido a tomar un mayor protagonismo en la arquitectura moderna, hoy el uso de plantas, flores, rocas, arboles dan un sentido diferente en los proyectos de hoy, dando un nuevo sentido anímico y saludable con hermosas áreas verdes
Los elementos naturales han venido a tomar un mayor protagonismo en la arquitectura moderna, hoy el uso de plantas, flores, rocas, arboles dan un sentido diferente en los proyectos de hoy, dando un nuevo sentido anímico y saludable con hermosas áreas verdes.
Vertebral es uno de los mayores ejemplos de arquitectura de paisaje actualmente. Es una firma fundada por Elías Kalach y Teddy Nanes en 2016, cuya visión es la de regenerar espacios urbanos residuales replanteando los hábitos del ser humano interactuando con un entorno vegetal, natural y recreativo.
Y como muestra nos presentan su proyecto Casa Erasto una construcción que, a partir de un sólido núcleo de concreto, la vivienda residencial se desplanta en tres niveles con interiores volados rodeados de vegetación.
En un predio de 470 metros cuadrados, la casa muestra distintas visualidades al bosque de Lomas de Chapultepec y el poniente de la Ciudad de México.
El módulo central se eleva hasta alcanzar 12 metros abriéndose verticalmente en cada nivel ensamblando marcos de luz natural, ventilación y vistas hacia el exterior.
Estas terrazas envueltas por vidrio se desprenden a partir del núcleo y flotan los espacios que buscan de mayor luz, apertura e interacción con el jardín que las rodea.
Las losas de doble volado atraviesan la estructura vertical al imbricar materiales en vidrio, acero y mármol. La modulación permite la correspondencia de espacios públicos y privados generando un flujo continuo entre el jardín, la biblioteca, la sala, el comedor y la cocina.
A partir del área construida se sembró un perímetro de bambú que difumina los límites del predio mientras que las colindancias en estuco verde conviven con una capa de tierra negra para el crecimiento gradual de un jardín vertical.
A través de una ligera rampa obscura contenida por una techumbre de acero oxidado y un piso negro volcánico, se descubre una joven jacaranda bañada de luz al fondo del predio. Una hilada corrida de bambú y helechos difumina los límites del terreno, y en él, un alfiler pesado y rotundo.
Los jardines tienen la virtud de formar, deformar y hacer que el espacio sea más abstracto, profundo y compacto. La vegetación siempre cambiante y sensible a su tiempo. Una casa donde constantemente el interior convive con el exterior. “Buscamos que los materiales utilizados en nuestra arquitectura se vean igualmente afectados por el paso del tiempo, que envejezcan a la par del sauce llorón que descansa a un lado del espejo de agua” indicaron Kalach y Nanes.
En Casa Erasto cada detalle fue diseñado. “Creemos en la importancia de la artesanía y del detalle. Una casa que comenzó como un boceto y terminó en un hogar. Todo lo que muestra y oculta fue dibujado, re-dibujado y construido por nuestro taller”, apuntaron los creativos.
Casa Erasto fue un reto estructural, ya que la estructura es la casa en sí. Todos los elementos revelan el sistema constructivo como parte integral de su estética. Fue un proceso constructivo complejo para una arquitectura que a primera vista aparenta ser sencilla.
El área más pública del hogar, la planta baja, se conecta completamente con el exterior y genera un flujo continuo entre el jardín, la biblioteca, la sala, el comedor y la cocina.
Los dos siguientes niveles son habitaciones que se asoman y flotan en las copas de los árboles. La azotea es un jardín que funge como observatorio bajo una sombreada pérgola de madera con extensas vistas hacia la ciudad.
Es una vivienda en búsqueda de la autosuficiencia, al capturar y utilizar el agua pluvial; generar su propia electricidad, por medio de paneles solares.
Construcción: Vertebral + Miserachi
Proyecto arquitectónico: Vertebral
Fotografía: Studio Chirika, Ricardo De La Concha
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