La nueva legislación contra la deforestación de la Unión Europea (UE), presentada por primera vez como borrador en noviembre del año pasado, aún está en proceso de elaboración de leyes en la UE, pero está ocurriendo más rápido de lo esperado para una ley tan compleja, por no mencionar controvertida. Para ser aprobada, la ley debe ser acordada por consenso entre el Consejo de Ministros de la UE y el Parlamento Europeo.
El mencionado Consejo de Ministros acordó el borrador de la legislación. Ahora solo necesita ser aprobado por el Parlamento Europeo (que generalmente está más inclinado que el Consejo a implementar medidas ambientales de gran alcance). En principio, este es justo el tipo de ley que American Harwood Export Council (AHEC) y el sector de la madera dura de Estados Unidos de Norteamérica desearían apoyar.
Su objetivo es retirar productos de tierras deforestadas del mercado de la UE. Cualquier forma de deforestación es reprobable para una industria como la nuestra que se basa en el uso sostenible de los bosques de frondosas y que está más directamente amenazada por la conversión de estos mismos bosques a otros usos.
A diferencia del actual Reglamento de la madera de la UE, en el que los productos solo deben rastrearse más allá del "país de cosecha" cuando existe riesgo de ilegalidad, el artículo 9 del proyecto de Reglamento exige que los operadores recopilen información sobre "geolocalización de todas las parcelas de tierra donde se produjeron los productos básicos o con los que se ha fabricado, así como los datos o el rango de tiempo de producción”.
A primera vista, esto puede parecer razonable. La necesidad de trazabilidad hasta el lugar preciso de cosecha podría parecer una parte esencial de cualquier legislación diseñada para garantizar que no se comercialicen productos de la deforestación. De hecho, no debería presentar ningún obstáculo en los casos en que las cosechas individuales sean lo suficientemente grandes o lo suficientemente homogéneas para reunir envíos comerciales de las especies y grados de madera específicos que demandan sus clientes de la UE.
También es importante comprender que, si se implementara, esta ley tendría implicaciones más allá de las exportaciones directas de madera dura a la UE. Países como Vietnam, India y Turquía que suministran muebles de madera a aquel continente deberían proporcionar los mismos datos de geolocalización para sus suministros de materia prima.
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