Joyful Objects, Yes! Es un estudio de diseño con sede en la Ciudad de México, fundado en 2021 por la diseñadora industrial Joy Valdez. Originaria de Mérida, Yucatán, Valdez ha desarrollado una trayectoria marcada por un enfoque lúdico y vibrante, alejándose de la rigidez del diseño convencional. Su estudio busca inyectar energía y diversión en los espacios cotidianos, celebrando la singularidad y la expresividad a través de piezas que combinan funcionalidad y arte.
Expresión de la cultura mexicana
El trabajo de Joy Valdez no es solo una expresión visualmente llamativa, sino que también está profundamente arraigado en la cultura y tradición mexicanas. La diseñadora utiliza materiales tradicionales como la chuspata, una fibra vegetal empleada en la artesanía mexicana, para rendir homenaje al legado artesanal del país. Sus diseños, de siluetas sinuosas y onduladas, evocan formas cinéticas y la fluidez del movimiento natural, generando una sensación de dinamismo y alegría en los espacios interiores.
Con Joyful Objects, Yes!, Valdez ha consolidado un lenguaje de diseño que desafía las normas convencionales del mobiliario. A través de sus creaciones, busca difundir la riqueza cultural de México mientras aporta una visión contemporánea e innovadora al interiorismo. Cada pieza diseñada en su estudio es un testimonio de su filosofía: diseño como un acto de expresión y juego, donde la función no limita la creatividad.
Durante la reciente Semana del Arte 2025 en México, Joyful Objects, Yes! formó parte de Feria Territorio, una exhibición colectiva organizada por Design Week México. En este evento, Joy Valdez presentó su más reciente proyecto titulado Esto no es un mueble en la galería Espacio CDMX, una exploración que trasciende lo funcional para redefinir la relación entre objeto, espacio y percepción.
La propuesta de Valdez desafía la definición tradicional del mobiliario, invitando a reflexionar sobre la delgada línea entre lo práctico y lo artístico. Las piezas expuestas en "Esto No Es un Mueble" se ubican en un territorio intermedio entre la escultura y el mobiliario, cuestionando si un objeto debe justificar su existencia a través de su utilidad o si simplemente puede habitar un espacio como una expresión estética y sensorial.
Cada pieza en esta serie es una exploración de formas, materiales y texturas que buscan sorprender y provocar interacciones inesperadas. Inspiradas en recuerdos y emociones personales de la diseñadora, las obras evocan guiños a lo infantil, a la curiosidad y a la experimentación con lo desconocido. La chuspata, el metal y otros materiales se combinan para crear estructuras que desafían la percepción convencional del diseño de interiores.
El título de la exhibición, alude a la famosa pintura de Magritte Esto no es una pipa, cuestionando la naturaleza de los objetos y el significado que les atribuimos. Valdez juega con la ambigüedad entre lo funcional y lo conceptual, planteando preguntas sobre el propósito del diseño en la vida cotidiana. ¿Debe un objeto ser únicamente útil? ¿O puede existir simplemente para generar sensaciones y provocar diálogos visuales?
En esta serie, la experimentación es el punto de partida y la sorpresa, el resultado. Cada pieza está diseñada para transformar la manera en que percibimos y habitamos el espacio, ofreciendo una experiencia en la que el diseño no solo se observa, sino que también se siente y se descubre de manera intuitiva.
En un mundo donde la función suele dictar la forma, Valdez nos recuerda que el diseño también puede ser una aventura inesperada, un juego de formas y una celebración de la expresión individual.
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